Paté de hígado: una entrada nutritiva y exquisita
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Descripción
Cortá el hígado en pequeños cubos de 1 centímetro aproximadamente. Picá bien chiquita la cebolla y un diente de ajo. Llevá todo a una sartén con aceite de oliva, a fuego medio, y revolvé de vez en cuando para que los ingredientes se cocinen en forma pareja. Pasados unos 15 minutos, incorporá el azúcar y el vino blanco. Dejá cociná todo unos 5 minutos más y agregá la leche (que le dará al paté una textura cremosa a la vez que suavizará el sabor). Condimentá con sal y pimienta a gusto. También se pueden agregar otras especias o hierbas a gusto.
Seguí cocinando hasta que casi no quede líquido (alrededor de 6 u 8 minutos más desde que agregaste la leche). Retirá del fuego y agregá a la preparación la manteca cortada en cubos. Mezclá bien hasta que la manteca se funda y se integre con el resto de los ingredientes. Dejá entibiar un poco y luego utilizá una licuadora de mano o procesadora para formar una pasta uniforme y cremosa.
Finalmente, dejá enfriar y llevá la preparación a la heladera por un par de horas, para que adquiera una mejor consistencia.
Ingredientes
(Para 4 comensales)
-300 grs. de hígado vacuno.
-1 cebolla.
-1 diente de ajo.
-100 cm cúbicos de vino blanco.
-50 cm cúbicos de leche.
-50 grs. de manteca.
-30 cm cúbicos de aceite de oliva.
-2 cucharadas de azúcar.
-Sal y pimienta negra
Información Adicional
Las propiedades del hígado acuno son numerosas. Una rebanada de unos 20 grs. proporciona alrededor del 40% de las proteínas que requiere diariamente una persona promedio. El hígado vacuno es muy rico en vitamina A, buena para la vista, los dientes, los huesos y la piel. Además, provee casi todas las vitaminas del complejo B. Contiene minerales como el zinc y el selenio.
Los nutricionistas aconsejan comer hígado vacuno entre dos y tres veces al mes y es ideal para las personas con anemia.